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Foto del escritorannickrox

¡1, 2, 3 y ACCIÓN!

¡Bienvenid@ a mi blog!

¡Que alegría estar aquí de nuevo contigo! Estoy encantada de volver a saludarte. ¡Qué ganas de contarte! Después de un año intenso en mi vida, vuelvo para que sepas qué ha sido de mí en todo este tiempo.


En navidades de 2018 me quedé embarazada por segunda vez. ¡Qué emoción! Fue una super noticia para todos. pero supuso un pequeño paréntesis en Annick Rox Photography.

Las que habéis estado embarazadas y sois mamis de más de uno ya sabéis que cada embarazo es diferente y entenderéis perfectamente lo que voy a contaros a continuación.

Al tener ya una hija los cuidados y el tiempo que se tiene para una misma desaparecen. Tooodos los cuidados y atenciones son para tu hija la mayor y el tirarse una eternidad en el baño con cremitas y otros placeres como el echarse una siestecita son inexistentes. Por no hablar de las náuseas ... ¡Malditas náuseas! Sin duda fue lo peor de este segundo embarazo.


El primer trimestre fue especialmente angustioso. Todo el día me sentía con náuseas y toda la comida me repugnaba a lo que había que sumar todo el cansancio acumulado y la incansable actividad de mi hija a la que he apodado "la intensa".




En el segundo trimestre las nauseas fueron desapareciendo pero aún quedaban resquicios. Mi tripa iba creciendo sin parar y por lo tanto mi peso aumentando. Y lo peor de todo es que se acercaba el verano y sus altas temperaturas. Mi tripota y las nauseas no me dejaban trabajar a gusto y el estar casi todo el día de rodillas para hacer las fotos no me ayudaba. Por lo que poco a poco empezó a dolerme la espalda con tan mala suerte que derivó en un lumbago bastante doloroso con alguna que otra ciática. Y lo peor de todo el calor....el intenso calor.





Pero una mañana al despertarme para ir a la reunión del colegio de "la intensa" empezaron las contracciones. Al principio apenas las notaba y no eran nada dolorosas. Las tenía cada media hora más o menos. Conforme fue pasando el día eran más intensas y cada vez menos espaciadas. Me sentaba en el fitball para hacer movimientos de cadera y hacer que mi pequeña bebé fuese empezando a crear su camino hacia la vida.

Llegó la noche y ya me preparé para todo lo que tuviera que venir. En una mano mi abanico y en la otra mi teléfono móvil con una app para contabilizar la duración de cada contracción. Es una herramienta realmente útil pues nos permite saber con qué frecuencia se producen las contracciones y poder contar a las ginecólogas y matronas todo al detalle.


Recuerdo que toda mi familia ya estaba en casa esperando la llegada de la pequeña. Mi pareja, mi hija "la intensa" y mis padres. Todos se fueron a descansar y yo me quedé sola en el salón con mis contracciones. Eran ya muy fuertes y cada vez que se acercaba una abría el abanico y lo movía cual colibrí para quitarme el intenso calor que me daba. Me sentaba en el fitball, me paseaba de una lado para otro en el salón, me sentaba en el sofá...

Ya no sabía como ponerme para pasar cada contracción. Yo me decía: "¡Por favor que pase YA! No sé cuántos programas pude ver en la televisión...Hasta que no aguante más. Creo que sería la 1 de la madrugada cuando avisé a mi pareja. Cogí mi bolsa para el hospital, mi abanico y ¡ale, a urgencias! Nos tuvieron un buen rato en el box con los monitores puestos. Yo no aguantaba las contracciones, para mi eran muy dolorosas. No recordaba que con "la intensa" me doliera tanto. Era un dolor insoportable que me ponía toda la tripa como una piedra y me subía por la espalda hasta los riñones. ¡Horroroso! Me hicieron todas las pruebas pertinentes pero nada, no estaba de parto y me mandaban para casa. Debía ser que al llegar allí yo me sentía más tranquila y al estar tumbada en la camilla todo se paraba. ¡No lo podía creer! De vuelta para casa...



Allí otra vez la misma historia. Abanico en una mano y móvil en la otra. Así estuve hasta las 5 de la mañana. Vuelta de nuevo al hospital. Las mismas pruebas y el dolor cada vez más intenso e insoportable. Al final me hicieron un tacto y vieron que el parto empezaba su curso ya estaba de 2cm amplios como los llaman ellos. Así que prepararon todo el papeleo para mi ingreso. No veía el momento de llegar a la habitación y que me pusieran la epidural. Pero hasta las 9 de la mañana no se produjo este maravilloso acontecimiento.


En el próximo post te contaré como fue todo el parto y los días consecutivos después de la llegada de mi pequeña. Todas las mujeres que hemos sido madres hemos pasado por cosas parecidas y por eso quiero compartir contigo mi experiencia, porque creo que estas cosas nos hacen empatizar y conectar de una manera muy especial , en definitiva nos hacen más humanos.


¡Un abrazo muy fuerte familia! Te veo en mi próximo post.

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